Los gigantes entran en la tokenización: DTCC y Clearstream

Durante el último año, la tokenización ha pasado a ocupar el lugar central en cualquier conversación sobre la infraestructura de los mercados globales. La señal más reciente y de enorme magnitud, llegó el 11 de diciembre de 2025, cuando DTCC anunció que su filial depositaria, The Depository Trust Company (DTC), recibió autorización de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), para la custodia regulada de activos gestionados por DTC. La calidad disruptiva de este avance va de la mano de un movimiento similar en Europa. Clearstream, el gigante del post-trade del grupo Deutsche Börse y uno de los mayores depositarios centrales internacionales de valores del mundo, lanzó recientemente su propia plataforma de tokenización, Clearstream D7.

En conjunto, DTCC y Clearstream supervisan la custodia, compensación o liquidación de decenas de billones de dólares en valores a escala global. Dada su escala combinada, su entrada en el ámbito de la tokenización puede considerarse el primer paso concreto hacia la tokenization of everything, una idea que algunos de los principales líderes del sector financiero llevan tiempo promoviendo.

Modelos diferentes en la misma dirección

Se trata de la primera vez que los principales motores de post-trade de Estados Unidos y Europa comienzan a adoptar tecnología on-chain como parte de sus modelos de servicio principales. Un cambio que refuerza el posicionamiento de la tokenización como un fenómeno global a nivel de infraestructura.

El modelo de DTCC permite que un valor transite de forma fluida entre el formato tradicional de anotación en cuenta y su versión tokenizada, lo que a su vez posibilita utilizar bonos del Tesoro o acciones como colateral instantáneamente movilizable o integrarlos en flujos de trabajo automatizados y programables. La iniciativa D7 de Clearstream persigue de manera similar transformar los procesos de emisión y gestión del ciclo de vida de los valores, para que puedan operar con mayor velocidad, menos intermediarios y una lógica basada en eventos. En ambos casos, la tokenización se integra allí donde ya se gobiernan la liquidación, el riesgo, el cumplimiento normativo y la integridad de los datos.

La autorización concedida a DTCC permite la emisión de representaciones tokenizadas de algunos de los valores más líquidos del mundo, incluyendo acciones, los ETF de los principales índices y los bonos del Tesoro estadounidense, con los mismos CUSIP (el equivalente estadounidense a los ISIN), los mismos derechos y las mismas protecciones para los inversores que sus equivalentes tradicionales en anotación en cuenta. Los participantes del mercado podrán convertir de forma fluida entre formatos tradicionales y tokenizados, mientras que los propios tokens incorporan funciones de cumplimiento y control exigidas por los reguladores, incluidas capacidades de emisión, quema, congelación y reversión forzosa. El despliegue está previsto para la segunda mitad de 2026.

En este lado del charco, la plataforma de valores digitales D7 de Clearstream se ha ido desplegando progresivamente como una pieza central de la estrategia digital de Deutsche Börse. D7 está diseñada para respaldar la creación, emisión, custodia y gestión del ciclo de vida de valores digitales y tokenizados dentro del perímetro regulatorio tradicional. Clearstream ha posicionado D7 como una vía hacia la emisión plenamente digital y el procesamiento instantáneo, con la ambición a largo plazo de habilitar valores programables que interactúen de forma nativa con flujos de liquidación o colateral basados en contratos inteligentes.

Las propuestas de valor más sólidas de la tokenización: liquidación en tiempo real, mayor agilidad en la movilización de colateral, automatización mediante contratos inteligentes y disponibilidad 24/7, adquieren todo su sentido al integrarse dentro de la infraestructura oficial de los mercados a escala, un proceso que en 2025 ha cobrado el ímpetu que sabíamos que se avecinaba.

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